La aplicación de la metodología BIM para la digitalización del entorno construido conlleva el uso y dependencia de las tecnologías de la información y las comunicaciones en los procesos de producción, gestión y uso de la información, más si cabe cuando dicha información puede estar accesible para diferentes organizaciones en un Entorno Común de Datos (CDE), tal y como promueve la norma UNE-EN ISO 19650.
La gestión de los activos construidos en BIM se fundamenta en los datos. Por tanto, la fiabilidad de nuestro modelo depende, en parte, de la confianza que tengamos en la información de los constituyentes básicos de nuestro edificio o infraestructura, es decir las prestaciones de los materiales y productos.
Los fabricantes facilitan hace muchos años estos datos a través del marcado CE pero, desgraciadamente, no se está usando por un problema de formato. La Norma UNE 41316 pretende resolver esto