¿Por qué se necesita un revisor de Modelos BIM?

BIM nos da la oportunidad de pre-construir nuestro proyecto y por tanto comprobar que todo encaja y que responde a los requisitos. Aunque con plataformas BIM, modelamos y no dibujamos, todavía hay problemas de coordinación debido a que ahora incluimos más información y definición que en proyectos tradicionales. A los colaboradores se les pide modelos que han de encajar en proyecto, pero desgraciadamente, el trabajo en BIM en distintas disciplinas no es holístico y da lugar a problemas de coordinación y / o colisiones cuando combinamos o federamos estos modelos en el proyecto.

La función de un revisor de modelos BIM es principalmente la validación de los modelos para la coordinación y la detección de colisiones. Este aspecto lo cumplen diversas plataformas como NavisWorks, BIM Review, Solibri, etc.

Lo primero que hay que tener en cuenta, es que hablamos de datos, bien sean geométricos, atributos, valores, condiciones a cumplir, etc. y estos datos han de ser correctos.

Un revisor de modelos facilita la revisión del proyecto en las siguientes áreas:

·         Combinar modelos de distintas disciplinas y plataformas.

·         Coordinación multidisciplinar.

·         Extracción de información incluyendo:

o    Mediciones.

o    Inventariado.

o    Listado de espacios.

·         Gestión del proceso productivo del proyecto con retroalimentación a los agentes involucrados.

·         Verificación de códigos de la edificación.

·         Control de cambios de ficheros para verificar que se haya realizado la reparación de la incidencia.

·         Creación de informes.

·         Mantener la trazabilidad de las acciones tomadas en un proyecto. 

·         La preparación de datos del proyecto ya comprobados para su mantenimiento

De todos estos aspectos, algunos son los más utilizados.

Quizás uno de los aspectos más importantes en la coordinación de un proyecto es la interoperabilidad, es decir, proporcionar acceso a la creación de un proyecto por distintas plataformas con unas bases homologadas y estandarizadas.

Para esto solo el criterio OPEN BIM permite realmente dicha interoperabilidad, porque se ajusta a un estándar ISO y responde a un esquema constante para todos los agentes mediante un formato de fichero común, el IFC.

Bien comprendido, el IFC permite la publicación de las distintas partes del proyecto protegiendo el buen hacer y la propiedad intelectual de sus autores. Aunque la metodología BIM requiere transparencia, al concentrar información en un proyecto, no es buena práctica dejar expuestos a los autores porque en primer lugar es su trabajo y en segundo lugar puede derivar en dilemas legales ya que no solo son los propietarios de su información si no también los responsables de este.

Otro aspecto importante es la destilación y simplificación de los ficheros nativos resultando en lo que se necesita, lo que puede reducir el tamaño sustancialmente y permitir mejor integración de disciplinas.

Tampoco hay que descuidar que el formato IFC clasifica los elementos de un proyecto de manera lógica, unificando criterios y permitiendo que siempre que se visualice un fichero IFC, un forjado será un forjado, una cubierta será una cubierta y no la interpretación arbitraria de un sistema u otro.

Una vez federado se puede el explorar proyecto, con un amplio conjunto de herramientas de navegación, para comprender mejor cómo se combinan los diferentes componentes del edificio e inspeccionar visualmente el diseño para detectar cualquier problema de coordinación incluso antes de empezar con la validación.

Existen las herramientas habituales como Zoom, Pan, Spin y Walk; o un modo de juego que permite caminar dentro del edificio usando controles típicos de videojuego; y una herramienta de seccionamiento para explorar el interior de un modelo.

Dado que el IFC ya clasifica los elementos del proyecto, la fiscalización puede realizarse con reglas porque éstas estarán dirigidas de manera constante a las categorías del/los modelos.