Diferentes formas de modelar para diferentes objetivos. Historia de un codo

El motivo que nos lleva a usar BIM es el aprovechamiento de los beneficios que nos aporta dicha metodología (y tecnología) en forma de reducción de errores, precisión y tiempos, en nuestro cometido particular dentro del proceso de edificación.

A veces oímos una idea equivocada, de que en modelo BIM nos va a resolver todos los problemas y errores del proceso, de que BIM vale para todo, y desde nuestro entender creemos que eso es posible, un modelo BIM podría utilizarse para infinidad de objetivos y usos.

Pero normalmente un modelo BIM no vale para todo.

Cuando hacemos un presupuesto de modelado BIM, siempre nos viene a la cabeza especificar los niveles de desarrollo para cada fase de proyecto, el nivel de detalle de la geometría, la información que debe contener, o la documentación que debe anexar; pero antes de este paso debemos establecer que usos del modelo se pretenden, para que se va usar el modelo. Creemos que definir los usos del modelo, es más claro, honesto y rápido, que establecer los niveles de desarrollo para cada una de las categorías de los elementos del modelo. Por poner un símil, si pactamos un trabajo de modelado en función de sus usos, es como pedir un llave en mano del modelo para dichos usos, es decir el modelo debe valer para los objetivos establecidos.

Vamos a desarrollar esta idea con el modelado de un simple codo, en un proceso de proyecto.

 

El arquitecto para cumplir con sus entregables, tal y como establece la LOE, debe definir suficientemente el codo para que este se pueda construir. Esto en modelado lo cumplimos con un simple codo, con su diámetro, modelado en la altura y posición correcta, sin que este choque con el falso techo, ni el forjado, ni con otras instalaciones, además de definir el material para poder crear su unidad de obra en el presupuesto.

Ahora es el turno del ingeniero, el cual debe justificar los cálculos de tubería, para lo cual necesita que el codo incorpore su coeficiente “K”, que le indique la pérdida de presión. Este dato podría estar ya incluido en el codo cuando el arquitecto lo modeló, pero en un proceso de trabajo BIM donde la ingeniería debe justificar los cálculos de la instalación, la responsabilidad de este dato es suya.

 

Aquí ya entran en juego los “Estándares de modelado”. Podría establecerse que Arquitectura trabaje ya con unas familias de tubería, cuyos codos ya tienen establecidos esos “K”, familias aportadas por la Ingeniería, y a disposición del “Entorno de Datos Común” preparado para el proyecto. De este modo la Ingeniería no tendría que abrir el modelo, para escribir el dato “K” en dichos codos.

Con esto estaríamos dentro de LOE para un proyecto de ejecución: planos, medición y cálculos justificativos.

Llegamos a la obra, donde aparecen el Contratista y el Subcontratista.

El Contratista debe velar por colocar correctamente el codo donde dice el proyecto, y por otro lado debe calcular los tramos de tubería realmente colocados para confeccionar las certificaciones de obra, con los criterios de medición de presupuesto.

Por ejemplo, como criterio de medición, se medirá la longitud realmente ejecutada.

Hacemos una sección por el codo en estos momentos (ver figura en la parte derecha).

El codo, aunque en su tipo de familia es de PVC y es correcto en el modelo, no tiene embocadura donde se aloja el tramo recto de tubería en el mismo, que en un codo de 110 suponen 60mm por cada lado. Si tenemos 100 codos en el proyecto suponen 12m de tubería, a 34 €/ml, tenemos 408€. (Por ese dinero tenemos un debate en la caseta de obra, entre Dirección Facultativa y Constructora de al menos 30minutos…).

 

Al Contratista le interesa cambiar automáticamente todos los codos, por codos con embocadura con el conector en la parte interior de esta, para que el modelo recoja exactamente los tramos de tubería rectos realmente colocados, pues se tarda bastante menos de 408€.

Honestamente esta parte no es preocupante respecto al modelado, aunque hemos tenido más de una discusión de obra por cantidades muy inferiores.

La fase del Subcontratista es más interesante, pues si se modela como acabamos de hacer, confiando en la exactitud del modelo, podría traer los tramos de tubería cortados tomando las longitudes del modelo, puesto que este ya contempla la entrada en la embocadura, con lo que entraríamos ya en preconstrucción, aunque sea tímidamente. Además de que va a cobrar 12m más de tubería.

Normalmente los proyectos de ejecución no se exigen para labores de preconstrucción, por lo que si no se le indica (y se paga) al arquitecto dicho uso del modelo, su codo inicial será correcto.

Estas condiciones de modelado también afectan a los suministradores de codos, pues entendemos que sus familias de objetos BIM serían más correctas modeladas con la campana, y los conectores en el interior de esta.

Por último, llegamos a la entrega del edificio y de un modelo final “as built” al propietario y al Facility Manager. Este último para una correcta gestión del edificio necesita incorporar a los diferentes elementos del modelo, instrucciones de mantenimiento en forma de parámetros.

Igual que antes el modelo arquitectónico no esta pensado para mantenimiento, por lo que lo lógico será que el Facilty Manager modele datos de mantenimiento, por ejemplo, para el caso de este codo la periodicidad de su revisión de estanquidad y estado de sellado. 

Conclusión

Como hemos podido comprobar el simple modelado de un codo puede tomar diferentes alternativas en el proceso, en función de que interesado lo modele, siempre en base del objetivo del modelo exigido.

 

Antes del LOD, siempre los objetivos BIM.

Autores

J.Miguel Morea Núñez y J. Manuel Zaragoza Angulo dirigen la firma Morea&Zaragoza Arquitectura y Técnica desde 2001.

 

Ambos Arquitectos, Arquitectos Técnicos y Project Managers, son además expertos BIM y dirigen la empresa BIMLearning.

 

De ellos destaca su dilatada carrera profesional, en la que el control de todo el proceso tanto durante el proyecto como durante el transcurso de la obra cobra vital importancia.  

 

En palabras suyas: "Nuestros proyectos son realizables. Se pueden construir. Se puede estimar su coste. Solo eso."